El mercado (sin escrúpulos) está encontrando fórmulas para subir el precio del alquiler de vivienda sorteando el espíritu del decreto de Fomento aprobado esta primavera que lo impide durante siete años en el caso de los nuevos contratos.
Estas empresas afirman que “Es una cuestión filosófica decir si es una subida o una bonificación que va desapareciendo” ....Claro que una cuestión semántica con traducción económica que perjudica hasta al propio vecindario pues la rotación de vecinos es anual...Lo que afecta a la depreciación de la propia zona.
La fórmula es sencilla. Blackstone pacta con el inquilino una renta al mes. Pero el primer año le aplica un generoso descuento (que se aplica de una sola vez). En el segundo ejercicio le quita la rebaja. En el tercer año, si es que aún sigue ahí, el arrendatario comienza a desembolsar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de forma prorrateada al mes y a partir del cuarto año, en el que lógicamente resisten los valientes, debe hacer frente al gasto de la comunidad de vecinos.