Más de 500 personas se han manifestado la pasada madrugada en León en contra de las medidas anticovid de la Junta y el Gobierno de España concernientes a la hostelería. El cierre a la una y la condición de no aceptar nuevos clientes a partir de la medianoche ha desembocado en una inusitada manifestación nocturna. La primera desde 2012.
El ocio nocturno parece haber adquirido carta de naturaleza frente a la COVID-19. O sea que lo importante, lo realmente fundamental, para estos personajes es ir a una discoteca, a un bar o a una terraza a tomarse una copas y divertirse de noche mientras decenas de millones de prójimos (¿conocerán el significado de la palabra?) se contagian y mueren en todo el mundo.
Este tema constituye una ecuación extraña, además de patética, en la que la diversión es un elemento clave frente al sufrimiento y la muerte. En el caso de los toros es una ecuación que se viene demostrando hace siglos en este país de naftalina bajo palio. Insisto: vivimos en una sociedad profundamente enferma y estos hechos no hace sino corroborarlo. Yo no olvido.
Título de la película: "Los Hedonistas Contraatacan". Un tipo gente insensata que prefiere vivir el egoísta 'carpe díem' sin prever nada del día después. De una sociedad que actúa así poco hay que esperar de ella. Imponer la juerga ante el peligro de contagios masivos activos y pasivos no tiene ninguna explicación racional. Aprenderán de la cruda realidad, cuando ellos mismos se vean afectados por el contagio. Después que se apañen, pagando de su bolsillo los gastos hospitalarios.
Propongo la creación de una cartilla Covid en las líneas de Ayuso.
Todo aquel que quiera ir por la calle sin mascarilla, que prefiera no guardar distancia de seguridad, fumar donde y cuando le apetezca, acudir a locales nocturnos y restregarse a placer con la peña, incluso negar que el virus existe y que la vacuna trae nano robots puede obtenerla acudiendo a su ayuntamiento. Se le tomará el nombre, el dni, y en caso de contagio se le denegará el acceso a cualquier centro de salud.
Es un enorme fastidio para los que viven de la hostelería pero no hay más remedio que frenar la epidemia hasta que sea fácilmente manejable . Hoy en día nadie se va a quedar sin un plato de comida y cuando pase el temporal pues otra vez a bregar .
Es un ejemplo a seguir. Ojalá en todas las ciudades se movilizará la gente igual. Cada vez hay más gente descontenta con las medidas restrictivas que se están tomando y es imprescindible que se visualice. Los políticos no entienden otro mensaje.
¿Usted se piensa que el virus entiende ocio nocturno u otras tropelías epidemiológicas? De reuniones familiares o de amigos en lugares cerrados? Las estupideces que hoy se hacen son el mejor aliado de la ruina. Aún nos queda tiempo de pandemia. A las vacunas les espera la prueba más dura: la ausencia de efectos colaterales. Esos conceptos de pseudo libertad infecciosa no son compatibles con la brutalidad de una pandemia como ésta.
El que vive de la hostelería está hasta el cuello en la mayoría de los casos y esta situación supone en muchos casos embargos y demás lindezas , así que veo normal que protesten . El que protesta por no poder salir de copas que le den por saco pero los profesionales están muy j****** .