Ya sabemos que gente de su propio partido intervino activamente para cargarsela. Fuego amigo. Lo que debería hacer ahora no es disparar salvas al aire sino denunciar con nombres, apellidos y datos los nombres de sus compañeros de partido que metieron la mierda debajo de las alfombras.
Esta vividora de la política pretende no tener culpa de nada e incluso ir de buena, pero si tuviera un poquito de dignidad se callaría y no andaría esparciendo disculpas tontas, muy tontas, por los periódicos y las televisiones. Ya estamos hartos de tanta mentira y de tanta porquería.