El 60% de los delincuentes encarcelados en España son extranjeros. Y son solo un 15%, lo que matematicamente quiere decir que la posibilidad de que un extranjero sea delincuente es ocho veces mayor que un ciudadano español. La realidad es esa aunque a alguien no le guste reconocerlo.
Efectivamente, la realidad es como es, y así lo reconoció el propio presidente del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo: la ley está hecha para el robagaIIinas, no para el gran deIincuente. Por eso los que están en la cárcel y los que las llenan no son los que, en general, perjudican a la sociedad y a los que se criminaliza, sino los más pobres y desprotegidos.
En fin, el asunto es lo suficientemente complejo y se ha estudiado lo suficiente --claro, para los que no se guían por prejuicios como tú-- demostrando que el aspecto, la raza o el origen de alguien no determinan su criminalidad como intentáis hacer creer.
Lo único que nos queda es denunciaros e intentar impedir que os salgáis con la vuestra.