En su día el Congreso de los Diputados apoyó por unanimidad la aprobación de un decreto para dotar con 200 millones de euros el pacto contra la violencia de género pero el Gobierno del PP se está pasando ese acuerdo por el forro y no habilita habilite esos 200 millones que permitirían echar a andar el pacto.
El PSOE dice que no se trata de un problema de dinero sino que es una cuestión de compromiso y de establecer prioridades políticas. Está claro cuales son las prioridades del PP y que la lucha contra la violencia machista no es una de ellas, pero... falta saber cuales son las del PSOE.
Lo único que preocupa al PSOE es desgastar al PP con la violencia de género o con lo que sea, y lo único que preocupa a las subvencionadas organizaciones feministas es poder repartirse cuanto antes los 200 millones y disfrutarlos, pues a nadie se le escapa que la mayor parte de esos dineros se lo lleva la 'estructura de la gestión', es decir, las feministas que hacen del feminismo una profesión y la convierten en una fuente de ingresos con la que se pegan la gran vida. La mal llamada violencia de género no se va a solucionar a base de subvenciones, al contrario, pues a las feministas no les interesa que desaparezca para poder seguir chupando del boto. Así de sencillo, así de claro.