Una administración colapsada y un intrincado diseño de los criterios exigidos para poder optar a la prestación, han impedido una correcta implementación de esta ayuda. El Ingreso Mínimo Vital, una medida de emergencia pensada para aliviar, lo más inmediatamente posible, la crisis social generada por la suspensión de las actividades laborales en España por culpa de la pandemia, ha demostrado estar fracasando.
Cuando propones una renta de emergencia para atajar los problemas económicos más importantes de tu población, y sólo el 1% consigue cobrarla 3 meses después de anunciarla con bombo y platillo, se puede considerar un error grave de diseño e implementación de tu Administración. Cuando fue aprobada el 29 de mayo, se estimó que debería beneficiar a 2,3 millones de personas. Según datos proporcionados por el Ministerio de Inclusión, Migraciones y Servicios sociales sólo se han aprobado 3.966 de las 510.000 solicitudes registradas a mitad de julio, el 0.7%.
Es increíble comprobar la incompetencia del equipo de Políticas Públicas del Gobierno. En Italia, la llamada “renta-covid” fue aprobada sin el 95% de las limitaciones de criterio que ha implementado España, precisamente, para que pudiera ser cobrada lo antes posible. Entiendo que los votantes de derecha hubieran montado en cólera alegando “el gasto irrestricto en paguitas”, pero es inaceptable que un gobierno socialista sea capaz de seguir alegando su defensa de lo social cuando no es ni tan siquiera capaz de implementar una transmisión de renta condicionada en época de una crisis social sin precedentes.
A parte del retraso, se han dejado muchos casos vulnerables fuera, como a las personas que comparten piso, o lagente que se queda sin casa porque hace falta un padrón para pedirlo, ni personas con hijos que viven con sus padres… Además, el trámite del IMV está paralizando otras prestaciones hasta que se demuestre si son o no compatibles y se suma a otros retrasos, como los de los ERTE. Patético
La improvisación, ya comprobada ser de carácter congénito a este Gobierno, ya ocurrió con la ley de dependencia. Al no estar preparada la administración no se ejecutó y muchos mayores murieron esperando una solución. En esta ocasión debemos esperar que funcione mejor todo por el bien de todos los que lo necesitan. Que son muchos.
Si empiezas a admitir inmigración que acaba viviendo de subsidios resulta que cuando los propios españoles necesitan ayuda no la obtienen. Ahora analicemos si el no querer inmigración descontrolada es una cuestión de racismo o de supervivencia de nuestro Estado de Bienestar. Cada tecla que tocas te das cuenta que no suena con estos gobiernos de taifas que tenemos.
Ls reclamaciones sobre el IMV por no llegar, hay que hacerlas al aplaudido Pedro Sánchez y al gamberro Pablo Iglesias, que fueron los que más presumieron de esta medida. El IMV, en el fondo, es una forma más de captarel llamado voto cautivo. Es la antesala de la cartilla de racionamiento En España no queda más remedio que aplicar la mentalidad británica: migrantes? sólo los que aporten algo útil. Los demás a volver a casa.
Está claro que todo esto no era más que para callar bocas y quedar ellos como los salvadores de España. ¿Pero qué se puede esperar de este gobierno? Miseria, violencia y leyes dictatoriales. No van a hacer nada porque parece que sólo hay dinero para pagar los sueldazos de los políticos. Así y todo, hay que buscar trabajo de lo que sea, para salir adelante y que nuestros hijos no tengan que pagar por la tropelía de esta gentuza.
Es como la oferta viviendas sociales. Cuando las que existían para esa función se malvenden a fondos buitre en operaciones no muy claras. Creo que algún día nos enteraremos.Tampoco existe interés en promocionar ese tipo de viviendas por las Corporaciones Locales, ya que más bien las utilizan para liberalizar suelo que luego se llevan las empresas contratistas con la obligación de construir una mínima cantidad de este tipo de viviendas. En una palabra ,se llevan el bocado del león y lo que caiga, para alguien.
Demagogia barata electoralista con el IMV. No sé cuántos miles de hogares se iban a a beneficiar pero, al final, se quedará en una muestra simbólica. No hay dinero, no se genera dinero y no se recauda dinero. Por lo tanto, los que han convertido su vida en comer gratis a costa del lomo de los habitantes de este país pueden (si quieren) irse para buscarse la vida fuera de aquí.
Quien necesite ingresos en estos momentos que se de de alta en ASAJA o en Randstad que buscan trabajadores en el sector agrario…Y que sea antes para un español, que los extranjeros están para cuando sobra el cupo de trabajadores españoles y este año no va a sobrar.Por otro lado, al que vino a España antes de la pandemia, lo siento, que se vuelva por donde ha venido que esto va para largo.
Es imposible dar el IMV a diestro y siniestro, pagar las pensiones, a los parados, los ERTES, a los funcionarios y no subir los impuestos... Para pagar todo eso, habría que subir tanto los impuestos a los que trabajan, aunque lo más "rentable" sería dejar de trabajar y unirse a la lista de los del IMV. Este sistema de transferencias no se sostiene. No se puede pagar a la gente para que esté sin trabajar. O al menos no pagar en dinero y hacerlo, por ejemplo, en especie (con bonos de comida o algo similar).
Está bien que una persona que no tenga ningún ingreso y no pueda trabajar en estos momentos por los motivos obvios de restricciones al trabajo cobre la ayuda mínima vital, pero en ningún momento esto debe convertirse en una fuente de ingresos porque apañados vamos, un país con subsidios es un país cautivo al voto, y además poco próspero.
Independientemente de las chapuzas de este gobierno, ésta crisis está poniendo de manifiesto una cosa: que España no funciona con el actual diseño territorial. No son solo 17 reinos de taifas, sino que cada taifa tiene muchas subtaifas en modo de ayuntamientos. No hay coordinación para nada. Cada uno va a su bola y así nos va. Se gasta muchísimo dinero en mantener una estructura que se demuestra una y otra vez, cada vez que se la pone a prueba, que no funciona. Además en todos los ámbitos: político, judicial, policial, económico, etc. Esto es lo más urgente que habría que arreglar, pero los políticos ni quieren oir hablar del asunto, excepto Vox.
¿Qué tal implantar un trabajo mínimo vital en lugar de esto del IMV? En España hay muchos ancianos a los que cuidar, muchos montes que limpiar o repoblar, muchas playas en las que limpiar basura o muchos niños a acompañar. ¿No sería más lógico dar 500 euros al mes a cambio de algo que suponga un servicio a la sociedad?
Esto no remontará hasta que bajen impuestos a las empresas y se faciliten las contrataciones. No queda otra que subvencionar el empleo, que es lo que debería de ser prioritario, para que se reactive el consumo. Cualquier otra medida es populismo y pérdida de tiempo.
Aparte de que los están engañando como a chinos porque no hay dinero, el modelo IMV es una cantera de voto cautivo y subsidiado además de un gran fuente de empleo en B (quién va a coger un contrato por debajo de mil euros a riesgo de perder la prestación ???) Lo que quieren es crear una nueva clase social adicta al régimen… lo que pasa es que no tienen dinero.
Este gobierno por lo menos está gastando el dinero en la sociedad a través de los ERTE, los créditos ICO, la Renta Mínima... El anterior gastó la misma pasta pero en salvar a los bancos y encima nos hizo comernos con patatas una reforma laboral que nos redujo los derechos laborales a todos los trabajadores.
Dejen de pensar que somos los benefactores mundiales, el problema que ahora se nos ha venido encima es de crisis profunda, más profunda en cifras que la deuda que llegó a tener España tras la guerra civil. Así que si está en la cola de fundaciones 15 días seguidos, es que en lugar de dar más comida, lo que necesita es un billete de salida a otro país y que allí se encarguen de repartir lo que tengan.
De momento nos toca aguantar lo que venga porque 2021 será un año muy j*****, que no nos quepe ninguna duda. Lo del ingreso mínimo vital sabemos muy bien cómo es y quién se lo lleva. Curiosamente siempre son los mismos sistemáticamente quienes reciben la paguita. Conozco gente que nunca ha trabajado y lleva años cobrando otras prestaciones como la renta de inserción social.
Tan sólo han pasado cuatro meses desde la dinamitazión de la economía española. Todavía hay dinero en las arcas y muchos excedentes productivos de todo tipo. La quiebra y la ruina tienen el punto de inflexión antes de que el tarado lo note. Si se cierra un grifo, la cisterna todavía tiene agua y el tarado dice "pues yo no veo que pase nada”