Los eurodiputados denuncian los intentos en varios Estados miembros de debilitar la separación de poderes y la independencia de la judicatura y reiteran la urgente necesidad de dotar a la UE de un mecanismo de control y protección de la democracia, el Estado de derecho y los derechos fundamentales. Destacan los ataques a la libertad de los medios de comunicación, su independencia y pluralismo, con especial atención al papel de los periodistas y los delatores.
También piden a los Estados miembros que no adopten leyes para limitar la libertad de reunión, y que pongan coto a las intervenciones desproporcionadas y violentas de las fuerzas del orden