Sin ánimo de ofender entiendo que usted está bastante desorientado. Desgraciadamente para todos nosotros en nuestro país, desde hace muchos años; para poder llegar a ostentar un determinado cargo político, no es preciso ser persona honesta, no es preciso ser persona competente para el cargo y por supuesto tampoco es preciso poseer una amplia experiencia profesional. La cualidad que en todo momento ha de estar presente en la persona que sea susceptible de designación para un cargo político, es la fidelidad extrema al partido político que la designa. Cualidad que se convierte en indispensable en grado máximo; si el partido político de turno que la nombra, está presidido por la corrupción. Si la persona designada a dedo, además es persona competente y profesional; muchísimo mejor, pues ofrecerá mejor servicio o apoyo a aquel que la ha designado. Cuando como en el momento actual, la corrupción impera y se extiende sin límite alguno; el hecho de ser persona íntegra y honesta, no es ciertamente una cualidad, sino más bien todo lo contrario; una desventaja o un problema.
Ante la posibilidad de que una persona que ostenta un determinado cargo público, pueda en un determinado momento, tener cargo de conciencia por actuaciones deshonestas practicadas por ella o por su partido político, y causarles problemas; el poder legislativo junto al poder ejecutivo, juntitos de la mano, se han apresurado a proponer y a aprobar a nuestras espaldas leyes encaminadas a proteger a los corruptos. Leyes que no responden en modo alguno al sentir general de la ciudadanía. Leyes que contemplan ridículas inhabilitaciones profesionales, en lugar de proponer duras penas de cárcel (pena de cárcel de por vida). Leyes que contemplan plazos de prescripción para los delitos; hábida cuenta de que todo el mundo desea para alguien que ha cometido un delito, que lo pague y a ser posible con creces. Mucha gente se pregunta porqué pasa esto o aquello. La respuesta a dicha pregunta es evidente. Pasa porque alguien tiene interés en que ello ocurra. No es fruto de la suerte ni de la casualidad.
¿Porqué en su día ciertas fuerzas políticas, designaron a un ferviente independentista para el cargo de Defensor del Pueblo Catalán y no a una persona honesta, competente e imparcial?
¿Porqué numerosos personajes políticos atesoran en su haber multitud de cargos de responsabilidad, tanto políticos como apolíticos? ¿Acaso cree usted que tales personajes poseen energía inagotable y competencia infinita para desarrollar la actividad profesional que exige cada uno de los cargos que ostentan?. La respuesta es obvia. Son personajes políticos corruptos nombrados por partidos políticos corruptos.
Un partido político honesto e íntegro jamás designaría a dedo para un cargo político a una persona corrupta. Y viceversa, un partido político corrupto jamás designaría a dedo para un cargo político a una persona honesta e íntegra.
Empezamos mal con el nuevo gobierno al proponer a la exministra dolores delgado como fiscal general
Me parece que ha sido una decisión torpe, supongo que con la intención de tener cierto control sobre la fiscalía pero que a todas luces ha generado tal polémica que la jugada le va a salir bastante mal a Pedro Sánchez. Si queremos la total independencia del poder judicial del ejecutivo estas cosas no deberían poder pasar. Quizá habría que replantearse quién puede proponer al fiscal general del estado y el cómo debería ser el proceso para hacerlo.