El Ministro-Candidato a la Generalidad, Salvador Illa ha presentado su candidatura como miembro del PSC en un acto telemático para militantes. "La única solución para Cataluña pasa por tener un presidente socialista enLa Moncloay otro en elPalau de la Generalitat” ha dicho el Ministro, lo cual me resulta interesante por varias cosas. 1) porque la lectura implica que alinear el poder regional con el estatal sería la única combinación con verdadera fuerza de cambio en la institucionalidad democrática catalana. 2) porque creo que el elegido, no tiene el perfil político adecuado para dar la batalla al secesionismo.
El viejo truco de los partidos políticos. Cuando tienen a un inútil desconocido con algún favor pendiente, le ponen de ministro una temporadita para después presentarlo en administraciones regionales o locales.
Bueno, para competir con un cobarde mentiroso como Puigdemont, nada mejor que otro mentiroso del mismo corte nacionalista. Entre "rufianes" anda el juego.
Hay que ser un fanático, una víctima de la Logse, un analfabeto funcional, un tira levitas, un paniaguado, o todo a la vez, para creer cualquier cosa que diga y prometa este sujeto indeseable y todos sus secuaces.
Hablamos de un ministro de Sanidad que es capaz, en plena pandemia y campaña de vacunación y con la tercera ola de contagios recién activada, de dedicar parte de su tiempo para una precampaña electoral. Una muestra clara de ética para con los ciudadanos de su país.
'La solvencia del PSOE frente a los bandos''.... Pero de qué bandos hablan? Ya apareció la exquisita equidistancia. Aquí sólo hay un bando golpista que es el que nos ha traído hasta aquí. Cataluña se ha partido en dos y a los que no estamos por la matraca no nos ha quedado más remedio que elegir. Y hemos elegido por una Cataluña constitucionalista, la misma que es acosada por defender la legalidad democrática vigente: familias que solicitan el español como lengua vehicular, docentes que intentan dar clases en español, mossos constitucionalistas expedientados y trabajadores en general que no pueden expresar sus ideas por temor a perder el trabajo. Esta es la Cataluña que nos ha dejado el procés y que el PSOE defiende poniéndose de parte de los separatistas.
Este incompetente debiera ser juzgado por su nefasta gestión de la pandemia, particularmente por el abandono de ancianos en las residencias. La dejación de funciones en un político debe ser considerada un delito, No es de recibo pasar el muerto a las Comunidades y lavarse las manos. Pedro Sánchez, Illa y Simón representan la incompetencia socialista en estado puro, con una dejación de funciones condenable y punible.
Sinceramente, la política Española es tan mediocre y cutre, que lo que pase en las elecciones Catalanas con sus respectivos figurantes, me resbala. Ahora hay que sacar el país adelante y, esta gente, nos ha dejado una montaña de deuda que tardaremos 100 años en pagar.