Me temo que los catalanes que no aceptan la sentencia, consideran el TS un tribunal inadecuado y valoran como presos políticos los encausados por el 1.O, son unos cuantos millones (además de algunos españoles). ¿Qué van a hacer con ellos los señores fiscales? ¿Internarlos hasta que piensen "correctamente"? Freud decía que todo lo reprimido vuelve.
Este indulto va a ser un indulto político, porque los indultables son presos políticos, y el juicio en el que fueron condenados también fue un juicio político. Así pues, las opiniones (POLITICAS, por supuesto) de los fiscales se pueden ir a almidonar puñetas (nunca mejor dicho).
Empiezo diciendo que lo de arrepentirse se lo dejo a los católicos. Prosigo con el detalle de que en el caso de que los presos políticos acepten el indulto, dicho indulto no especifica el "arrepentimiento" como algo impositivo, han de admitir el delito pero no arrepentirse... A la vista queda que estos abogadillos no han juzgado conforme a lo probado sino a lo que uno piensa, dantesco y cuando esto llegue a Europa estos habrán pasado ya a la jubilación pero tranquilos, la inquina afecta al que la tiene no al que se la lanza, a reveure
Vale, la ley dice que tienen que expresar su opinión, y que esta no es vinculante. Ya han hablado, ya les hemos escuchado, pero el gobierno NO tiene ninguna obligación de actuar de acuerdo a sus argumentos…
OJO, no olvidemos las declaraciones de los fiscales cuando remarcan que los motivos de la medida de gracia "nunca se deben identificar con motivaciones de índole política o derivadas de acuerdos políticos”…Seguro que acabarán echándolos
La fiscalía rechaza el indulto a los presos del procés
Después de un complicado viaje hacia la aprobación de los Presupuestos, parece que las aguas se van calmando y, el sentido común y amor propio de los miembros de la judicatura, recobrando.
La Fiscalía del Tribunal Supremo ha anunciado su rechazo a indultar a los presos del procés porque ninguno de los nueve condenados por sedición ha mostrado "arrepentimiento" del delito cometido.
No ven razones de “justicia ni equidad ni utilidad pública” que justifiquen el indulto y, sobre alguno de ellos, como Cuixart, aclaran: "Ni el condenado ha aceptado su responsabilidad o ha exteriorizado su rechazo por el delito cometido, ni ha reconocido el carácter delictivo de los hechos, ni ha mostrado arrepentimiento alguno”. Por fin sentido común gracias al reconocimiento de que estos señores han expresado reiteradamente su rechazo a la legalidad constitucional y emprendido un proceso deslegitimación de la actuación jurisdiccional con una falta de lealtad democrática sin precedentes.