La banda de los sediciosos catalanes pretendía alentar a las masas contra lo que entendían como "opresión de la justicia española" y los 'cerebros' del plan secesionista fueron Marta Rovira y al ex presidente Mas, pero según la Guardia Civil estaban tambien en el ajo el inefable Pugdemont, la cupista Anna Gabril y el gobierno al completo de la Generalitat, es decir, una conspiración en toda regla.
Una conspiración que habrá costado a todos los catalanes y españoles muchos millones de euros que esos indeseables deberían devolver de sus preopios bolsillos y patrimonios.