Lo que pasa es que tenemos una economía dependiente en un 80% de los servicios, con un pueblo con una ignorancia y falta de preparación enorme, eso es lo que pasa. Que la gente no puede quedarse en su casa, porque todavía no se puede por medio del tele-trabajo ni servir un café, ni limpiar una escalera.
Súmele un buen porcentaje de población tremendamente zoquete que es incapaz de entender que si no se pone la mascarilla puede cargarse a sus familiares más débiles.
Es un total absurdo volver a encerrar a la población y castigarla porque a los inútiles ministros y al presidente que los ha elegido no les da la gana de cerrar fronteras. No teníamos apenas casos durante un encierro demasiado largo y dejan que los ilegales llegados en pateras o los aeropuertos sigan dejando entrar a nuevos contagios. No tienen huevos de ser disciplinados con los extranjeros y a los españoles nos tienen extenuados