Ninguna persona bien nacida puede justificar el uso de la violencia, el abuso o las coacciones, sea para obtener sexo o para cualquier otro fin. Sin embargo, es perfectamente legítimo que tanto las mujeres como los hombres usen sus 'armas'. Ellas tienen todo el derecho del mundo a llevar minifalda y lucir muslamem, escotes tan exagerados como quieran o menearse tan sensualmente como quieran y sepan hacerlo. Y los hombres tienen todo el derecho del mundo a intentar hacer gracia, hacer promesas que ya se sabe que no van a ser cumplidas o regalar toda clase de adjetivos y halagos, aunque sean inmericidos. ¿Por qué vamos a permitir que los puritanos y las feministas nos arrebaten, a hombres y mujeres, nuestro derecho a utilizar las 'armas' que legitimamente nos corresponden por derecho natural?