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Libertad de expresión para mongolia
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Libertad de expresión para mongolia
Partimos de la base de que todo el sistema legal español es un desastre y una chapuza. Leyes muy mal redactadas por el legislativo, de vaga interpretación, aplicadas por un sistema judicial anquilosado, lento, prácticamente inoperante e inútil.
Cualquier litigio es una lotería donde la jueza tiene latitud para interpretar la ley para obtener el resultado que quiera. Y si te toca el juez de al lado te toca otro resultado. Todo tras meses o años de papeleos porque lo único importante es mantener la industria del papel.
"Justicia retrasada es justicia denegada" dicen por el mundo exterior. En España "justicia retrasada" es la única que tenemos.
En este contexto la revista Mongolia fue demandada por el torero Ortega Cano por publicar un montaje caricaturesco con su cara y fue condenada en primera instancia a indemnizarle con 40000 euros por ultrajes a su honor (más costas, pitos, flautas, gaitas y tambores).
Ahora Mongolia ha perdido la apelación ya que ha sido confirmada la sentencia.
En este país de sentencias chapuceras e incomprensibles hay posibilidades de recurrir y recurrir durante años de forma que esto no es el final y Mongolia seguirá recurriendo y dando de comer a jueces y abogados que estarían mejor dedicados a otras cosas.
A mi lo de ultraje al honor es un delito que me resulta incomprensible. Me parece una cosa medieval.
El honor, como el respeto y la consideración, son cosas que damos voluntariamente a quien creemos que las merece de nosotros y las ha ganado y no hay jueza que pueda dar o quitar el honor a nadie.
Me recuerda una anécdota de la época de las guerras napoleónicas. Un oficial inglés, Robert Surcouf, prisionero de los franceses, profería pullas al capitán francés que le guardaba y le dijo "vosotros los franceses peleáis por dinero mientras que nosotros los ingleses peleamos por honor" y el francés le respondió "cada uno pelea por aquello de lo que más carece".
Casi siempre cuanto más alguien reclama su honor, menos honor se merece.
En España la libertad de expresión está cada vez menos protegida. En cuanto a alguien no le gusta algo acusa al autor de incitación al odio, machismo, ultraje al honor, o estupidez similar.
Lo único que debería poder coartar la ley son expresiones que de forma muy directa provocan un daño palpable a alguien.
Si alguien publica que la empresa X adultera o falsifica sus productos y esa publicación (1) es falsa y (2) causa un perjuicio económico a la empresa, entonces es lógico que ese alguien sea responsable de los daños causados.
Pero la publicación de una mera opinión o expresión relativa a algo o alguien siempre debería gozar de la más alta protección legal por muy repugnante que nos parezca.
En España no hemos entendido nunca lo que significa “estado de derecho” y pensamos que los derechos son para los nuestros pero no para los otros. Eso junto con un sistema de administración de justicia totalmente inservible e inútil hace que en España la libertad de expresión no llegue a gozar de la mínima protección necesaria.
El que la revista Mongolia tenga que gastarse miles de euros para defenderse por haber publicado una caricatura de Ortega Cano, eso clama al cielo y no sería posible en un estado de derecho que protege la libertad de expresión.
Supongamos por un momento que yo diga que, en mi opinión, Ortega Cano es un ser despreciable. Es una opinión y como tal no puede ser considerada verdadera o falsa. Es como si digo que no me gusta el bacalao. Otros podrán decir que están de acuerdo o en desacuerdo o que no tienen opinión al respecto.
En España no funciona la Administración de Justicia. En gran parte esto es debido a que tampoco funcionan satisfactoriamente los poderes Legislativo y Ejecutivo.
Cualquier litigio es una lotería donde la jueza tiene latitud para interpretar la ley para obtener el resultado que quiera. Y si te toca el juez de al lado te toca otro resultado. Todo tras meses o años de papeleos porque lo único importante es mantener la industria del papel.
"Justicia retrasada es justicia denegada" dicen por el mundo exterior. En España "justicia retrasada" es la única que tenemos.
En este contexto la revista Mongolia fue demandada por el torero Ortega Cano por publicar un montaje caricaturesco con su cara y fue condenada en primera instancia a indemnizarle con 40000 euros por ultrajes a su honor (más costas, pitos, flautas, gaitas y tambores).
Ahora Mongolia ha perdido la apelación ya que ha sido confirmada la sentencia.
En este país de sentencias chapuceras e incomprensibles hay posibilidades de recurrir y recurrir durante años de forma que esto no es el final y Mongolia seguirá recurriendo y dando de comer a jueces y abogados que estarían mejor dedicados a otras cosas.
A mi lo de ultraje al honor es un delito que me resulta incomprensible. Me parece una cosa medieval.
El honor, como el respeto y la consideración, son cosas que damos voluntariamente a quien creemos que las merece de nosotros y las ha ganado y no hay jueza que pueda dar o quitar el honor a nadie.
Me recuerda una anécdota de la época de las guerras napoleónicas. Un oficial inglés, Robert Surcouf, prisionero de los franceses, profería pullas al capitán francés que le guardaba y le dijo "vosotros los franceses peleáis por dinero mientras que nosotros los ingleses peleamos por honor" y el francés le respondió "cada uno pelea por aquello de lo que más carece".
Casi siempre cuanto más alguien reclama su honor, menos honor se merece.
En España la libertad de expresión está cada vez menos protegida. En cuanto a alguien no le gusta algo acusa al autor de incitación al odio, machismo, ultraje al honor, o estupidez similar.
Lo único que debería poder coartar la ley son expresiones que de forma muy directa provocan un daño palpable a alguien.
Si alguien publica que la empresa X adultera o falsifica sus productos y esa publicación (1) es falsa y (2) causa un perjuicio económico a la empresa, entonces es lógico que ese alguien sea responsable de los daños causados.
Pero la publicación de una mera opinión o expresión relativa a algo o alguien siempre debería gozar de la más alta protección legal por muy repugnante que nos parezca.
En España no hemos entendido nunca lo que significa “estado de derecho” y pensamos que los derechos son para los nuestros pero no para los otros. Eso junto con un sistema de administración de justicia totalmente inservible e inútil hace que en España la libertad de expresión no llegue a gozar de la mínima protección necesaria.
El que la revista Mongolia tenga que gastarse miles de euros para defenderse por haber publicado una caricatura de Ortega Cano, eso clama al cielo y no sería posible en un estado de derecho que protege la libertad de expresión.
Supongamos por un momento que yo diga que, en mi opinión, Ortega Cano es un ser despreciable. Es una opinión y como tal no puede ser considerada verdadera o falsa. Es como si digo que no me gusta el bacalao. Otros podrán decir que están de acuerdo o en desacuerdo o que no tienen opinión al respecto.
En España no funciona la Administración de Justicia. En gran parte esto es debido a que tampoco funcionan satisfactoriamente los poderes Legislativo y Ejecutivo.
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