A medida que el separatismo gallego consiga más apoyos por parte de los paletos de esa región española, Feijóo tratará de ser más separatista que nadie. Es la típica y desastrosa estrategia de toda esta panda de inútiles que nos ha conducido a esta situación. Por ese y otros motivos, el PP no volverá a gobernar jamás
El 85% de los gallegos quieren un bilingüismo armónico, no a la conflictividad. Las normas educativas son demasiado impositivas. Es un agobio pues no tienen flexibilidad y los padres tienen poca libertad para ampliar la enseñanza en lengua española. Respecto a esta Red de Dinamizacion lingüistica ,creo que ha habido poca información, muchos gallegos no sabían ni que existía. No sabemos si la coordinadora es una funcionaria o no, ni los méritos para el cargo.
La política lingüística del PP en Galicia, esa gran desconocida en el resto de España. Supresión de los topónimos en castellano de pueblos y ciudades, ahora solo existen de forma oficial los gallegos. Eliminación progresiva y continua del castellano en documentos de las distintas administraciones. Imposición del gallego en la educación, no dándonos opción a los padres de enseñanza en castellano para nuestros hijos.
Ninguna persona culta debería atreverse a hablar español en público en galicia
Me he visto en la obligación de abrir este tema por la violencia de las declaraciones de Alicia Padín, coordinadora de la Red de Dinamización Lingüística, en una entrevista en La Voz de Galicia de este domingo. En plena aprobación de la terrorífica Ley Celáa, una vocal de un ente dependiente de la Consejería de Educación del gobierno de la Xunta de Feijóo realiza estas declaraciones sobre la necesidad de proteger el gallego a pesar de que muchos gallegos sólo hablen español: "Claro que hay gente que no habla gallego y no se entiende.Hoy en día ninguna persona culta debería atreverse a hablar en público en castellano, porque sería contra nosotros mismos y contra lo nuestro”.
El PP tiene un gran problema cuando uno de sus baluartes apoya la cruzada de los separatistas de la “dirección de Estado”, especialmente si el objetivo es la lengua de todos. La hipocresía y el descontrol no está haciendo más que ayudar a quebrar el orden constitucional.