El PSOE ha sido generoso con Podemos, un partido en caída libre y bajando para el 10N. Se ha pasado de frenada y nos vemos obligados a ir a votar. Todos han tenido desgaste, el inmovilismo se llevó por delante a Rajoy... No estaría tan seguro de que Casado salga intacto.
El PSOE ha sido generoso con Podemos, un partido en caída libre y bajando para el 10N. Se ha pasado de frenada y nos vemos obligados a ir a votar. Todos han tenido desgaste, el inmovilismo se llevó por delante a Rajoy... No estaría tan seguro de que Casado salga intacto.
Después de un verano esperpéntico en el cual el bloque progresista se ha preocupado más del famoso relato que de llegar a acuerdos, podemos concluir que ambos sufrirán cierto desgaste en las próximas elecciones. Me resulta difícil pensar que todo lo ocurrido, por mucho que diga Tezanos, no le pasara factura a Sánchez.
Por otro lado está Rivera, como siempre de la ceca a la Meca y viceversa. Parece evidente que el aumento que tuvo en los pasados comicios no se consolidará y serán los más perjudicados el 10N.
Y por último tenemos a Casado y Abascal. A priori su imagen no debería haber sufrido un desgaste excesivo. Cierto es que Vox parece que se desinflará pero no por su líder, sino por sus votantes que algún día dejaron de votar al PP y el próximo de Noviembre volverán a dar musculo a la formación de Génova 13. Y Casado, que ya no puede caer más con sus 66 diputados, se le despeja el camino. Contando con los votos útiles que volverán de Vox, los de Cs y su gran acierto de tener cerca a Cayetana Álvarez de Toledo saldrá bien parado de la noche electoral.