Según cuenta el Wall Street Journal, Ucrania bajo las ordenes de Volodymyr Zelensky mandó sabotear el Nord Streem. La lógica que había detrás de esto era por un lado romper la dependencia sobre Rusia de Alemania y de los paises europeos que apoyaban a Ucrania, y por otro esto provocaría que todo el gas que llega a Europa siguiera llegando a través de los gaseoductos ucranianos, de los cuales Ucrania cobra millones de dólares anuales. Y eso es justo lo que pasó.
Europa y Alemania, según el propio tratado de la OTAN del que forman parte, deberían protegerse de ese ataque y romper vínculos con Ucrania, pero eso no va a pasar, porque somos corderitos en manos de estados unidos y no nos lo va a permitir.
A ver si una vez en la vida Europa piensa más en sus propios intereses y deja de ser el lacayo de estados unidos.