La excepción europea en esto de la segunda ola del covid vuelve a empezar. Vuelve a temer una situación de desborde crítico como en Marzo y se ve abocada a aprobar un toque de queda dentro del marco de un Estado de Alarma que se presiente casi permanente.
Pero muchos sectores ya no pueden más y Milán, Nápoles, Roma o Turín han vivido escenas de insurrección social y contestación civil violenta. La policía ha tenido que salir a la calle y estas ciudades se han despertado con parte de su mobiliario urbano destrozado.
Lo que me sorprende es que en España haya tardado tanto en llegar la inestabilidad social. Parece que una ola de protestas se vuelve alevantar en Europa.